Este templo fue levantado en honor de San Pedro por ser el 29 de junio de 1.225 la fecha de la conquista de la ciudad. El edificio actual, de planta basilical, se levanta como resultado de las ampliaciones efectuadas en su solar tras haber demolido una pequeña iglesia cercana al castillo.
El interior del templo posee dos filas de columnas que los distribuyen en tres naves, cada una de las cuales coronada, respectivamente, por el retablo mayor y las capillas del Crucificado y la Virgen de las Angustias. A lo largo de las paredes del templo se encuentran las imágenes procesionales, y destacan los frescos que representan a la Virgen del Carmen, en la pared septentrional, y la representación de la Trinidad, situada en el casquete del ábside. La iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol se derrumbó en el transcurso de unas obras de mejoramiento, causando la muerte de un obrero. La actual techumbre y artesonado son reproducciones de los antiguos, siendo sufragadas las obras por suscripción ciudadana y una importante ayuda que se percibió del Obispado.