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Servid cien veces, negaos una, y nadie se acordará más que de vuestra negativa. PLINIO EL JOVEN

Nobleza de Torredonjimeno

Sábado, 05 de Junio de 1999

Las familias nobles que hicieron, desde antiguo, de Torredonjimeno su asentamiento son muchas, algunas extinguidas en el día de hoy. Encontramos que el Castillo fue habitado por los Guzmán, como así muestran sus blasones en el artístico artesonado de la casa solariega que se halla en el seno del recinto fortificado. También aquí radicaron los Martos, que tomaron su apellido de la conquista de la Puerta del mismo nombre de la muralla cordobesa que realizó Don Martín Fernández de Arciniega. Los Villalta, como así se corrobora en diversos blasones que se hallan repartidos por el casco urbano, también arraigaron aquí (puerta lateral de la Iglesia de Santa María). Los Prado y Perea también se asentaron, comprobándose en el escudo a dos aguas y actualmente bajo una capa de cal que se halla en una fachada de la calle La Salud. Los Moro Dávalos, los Zorrilla, Roldán, Guevara (que transformaron su apellido en Begara, uno de los más extendidos apellidos tosirianos), Salazar, Melgarejo (fachada de la Iglesia de San Pedro), Padillas (que tiene su enterramiento en la iglesia del Convento de la Piedad de MM.DD.), los Torres, oriundos de Jaén, los Serrano de Aguilera (que fundaron la capilla que actualmente es Sagrario de Santa María en 1671), Cobos, Uribe, etc., lo que muestra el señorío que la antigua Villa de Torredonjimeno tenía en su vecindario. Los apellidos ilustres de Torredonjimeno no se encuentran todos en "Nobleza de Andalucía" de Argote de Molina pero sí en "Las Colonias Gemelas" de P. Alejandro de Barco, eminente historiador y religioso mínimo de San Francisco del S. XVIII, natural de esta localidad.


Los apellidos más típicos y extendidos entre los tosirianos son: Begara, Ureña, Cámara, Martos, Aguayo, Peragón, Serrano, Partal, Escribano, Molina, Ocaña Vizcaíno, Illana, Moya, Gayo, Carazo, Anguita, Valenzuela, Carrasco, Bueno, Osorio, entre muchos otros.

Texto de Manuel Fernández y Luis Gómez